En este otro de nuestros sermones cristianos vemos que tenemos que aprender que no podemos vivir despreocupados, lo que si podemos hacer es controlar la preocupación o manejarnos dentro de ella y también hay preocupaciones dignas y hay preocupaciones que no son tan dignas. Hay gente que vive preocupada por cosas que no son dignas y otras personas que tienen preocupaciones santas o dignas.
viernes, 18 de febrero de 2011
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