Esta es otra de las reflecciones cristianas que componen mi blog en donde hablamos sobre lo necesario para enseñar la palabra. 2 Cor. 11:24 dice: De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno.
25 Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar;26 en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos;
27 en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez;
¿Saben quien está hablando ahí? No es terminator ¿no? Es el apóstol Pablo; nuestra vida no va a ser quizás así pero vamos a tener muchas aflicciones. El apóstol, no andaba de fiesta ¿no? mover la palabra de Dios demandaba su vida, su tiempo, todo su ser y